VIOLENCIA POLITICA E IMPACTO EN LA ESCUCHA DEL ANALISTA1
Carmen Elena Dos Reis2
Resumen _________________________________________________________________
En el trabajo se plantean, basados en la bibliografía revisada de analistas venezolanos y extranjeros, diferentes elementos que van afectar la escucha del analista en un contexto de violencia política. La identificación, la pérdida de la alteridad, la sobreexposición o aislamiento al estímulo traumático, la identificación política del analista sin lograr disentir y sus propios mecanismos de defensa van afectar su escucha. Así mismo, se menciona el concepto de transmisión radioactiva de Gampel y el aporte de Puget de identificación radioactiva e imposición radioactiva basados en la noción de Gampel. De igual manera, se invita al analista a discutir los casos, supervisar y reanalizarse si lo estima necesario. La autora, destaca que la mayoría de la literatura expuesta ha sido revisada con el grupo de estudio del que forma parte y es coordinado por la Dra. Leisse.
Abstract__________________________________________________________________
In the paper, based on the revised bibliography of Venezuelan and foreign analysts, different elements that affect the listening of the analyst in a context of political violence. The identification, the loss of otherness, overexposure or isolation to the traumatic stimulus, the political identification of the analyst without being able to dissent and his own defense mechanisms will affect his listening. Likewise, the concept of radioactive transmission of Gampel and the Puget contribution of radioactive identification and radioactive imposition based on the notion of Gampel are mentioned. Similarly, the analyst is invited to discuss the cases, supervise and reanalyze if deemed necessary. The author emphasizes that the majority of the exposed literature has been reviewed with the study group of which she is a part and is coordinated by Dr. Leisse.
Buenas tardes!, lo primero que quiero agradecer es la invitación de la Dra. Claudia Arias para el día de hoy, en la que simplemente, pretendo esbozar algunas ideas, basadas en las lecturas de otros analistas, sus reflexiones del trabajo en situaciones de catástrofes sociales y de lo que significa trabajar psicoanalíticamente, en un contexto de violencia política, que lamentablemente, se ha agudizado de manera intensa en nuestro país, en este último año.
Difícil tarea, de la cual me hubiese encantado escabullirme, pero que ante la petición de nuestra querida Directora de Actividades Científicas, me era imposible. Lo más complicado, para mí, es sentarme para poder pensar y por supuesto, escribir de una situación que me resulta tan dolorosa y a veces, agobiante.
Por allí, tal vez, me animo a empezar, el contexto y sus múltiples vicisitudes diarias: escasez de alimentos, inseguridad, problemas para ubicar medicamentos consumen parte de nuestra energía psíquica, lo cual hace que sea altamente probable identificarnos con los problemas que narran nuestros pacientes en las sesiones.
En el año 2003, Torres, Valedón, Salas, Leisse y Lander de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas, hicieron un documento que llamaron “Mensaje de ayuda Psicoanalítica para los momentos actuales”. Aunque este escrito estaba dirigido a realizar recomendaciones al público en general, son aplicables, a mi entender, para nosotros, los que trabajamos como analistas. Allí se hablaba del impacto del trauma por la situación país, el cual generaba un aumento de los montos de ansiedad, estados de regresión, confusión por la identificación del caos externo con el mundo interno, que podía manifestarse en cambios de humor, aparición de malestares físicos, síntomas como pánico, trastornos en el sueño, abuso de sustancias y reacciones defensivas que van desde el aislamiento o sobreexposición al estímulo traumático.
Me voy a permitir tomar este documento como base, pues estimo que no sólo está vigente, sino que la situación de nuestro país se ha agravado enormemente desde ese momento hasta la actualidad.
Paso a detenerme en la confusión que se puede generar en nosotros, por el caos externo que puede repercutir en una afectación de la percepción de nuestro mundo interno. La IDENTIFICACION como mecanismo, es un grave peligro en estos momentos, porque va a impactar, uno de nuestros principales instrumentos de trabajo, la ESCUCHA y corremos un riesgo mayor en perder la alteridad, para poder acompañar a nuestros analizados.
Sobre este particular, explican, se suelen activar en caso de traumas sociales, el aislamiento, o por el contrario, la sobreexposición a estímulos traumáticos. Esta situación, también va a afectar nuestra labor, pues, puede, a mi entender, manifestarse, en el primer caso (aislamiento), en evitar indagar más en aspectos expuestos por el analizando, cansancio ante el discurso del paciente, o por el contrario, en el segundo caso, (la sobreexposición a estímulos traumáticos) en la posibilidad de explorar detalles, que tal vez obedecen más al efecto de la situación país en la mente del analista y no en la oportunidad de profundizar en una comprensión más detallada de lo que ocurre en la mente del analizando.
Así mismo, creo que nuestro propio sistema de defensas y estructuración inconsciente, pueden verse impactadas, por lo cual, mecanismos como control, evitación, racionalización, entre otros, pueden hacer efectos en cada uno de nosotros, de acuerdo a nuestras particularidades.
La NEL Caracas, por su parte, realizó unas Jornadas extraordinarias a propósito de la situación país, en julio de este año, 2017, en la que muestran una gran preocupación, en los documentos que de allí produjeron, por la amenaza a la libertad de la palabra. El Dr. Briole (2017), invitado especial de dichas jornadas, advierte que cuando esa libertad de la palabra en una determinada sociedad o país, es liberada bajo órdenes sectarias y llenas de odio, producen el quiebre de la efracción de la censura, que conducirá al desprecio del otro, incitación a la discriminación, a la exclusión del otro. Extrapolando esta advertencia, a la situación del trabajo del analista y tal como fue discutido en una invitación a los doctores Zapata y González de la NEL a nuestra institución, en un evento reciente, podemos suponer, que la identificación política del analista a alguna corriente sin poder disentir críticamente, le harán correr el riesgo de no escuchar, y peor aún, patologizar el discurso de un analizando que sea contrario a su postura.
Por su parte, la Dra. Gampel (2002) habla de que en las catástrofes sociales de un estado, a veces, como ocurrió, por ejemplo, en los efectos terribles del holocausto, se produce una transmisión radioactiva, que tiene un impacto en la psique pero que aún no puede ser representada, para ella esta situación penetra en nuestro aparato psíquico sin que tengamos ningún control sobre su ingreso, implantación y efectos, que pueden aparecer en enfermedades corporales, turbulencia emocional o pulsión desencadenada y de una identificación que deviene radioactiva. Por su parte, Puget (2002), basada en estas ideas, propone, una diferencia entre, para lo que ella, sería una identificación radioactiva y una imposición radioactiva, en la primera hay una marca que nos hace miembros de un conjunto; en la segunda, se nota la presencia por los efectos de desacople, desorganización pero no llegan a inscribirse, como marcas.
Estos conceptos me parecen valiosos, como referencias discutibles, pero que nos pueden orientar para tener o plantearnos obstáculos en nuestra escucha por el impacto del trauma social en la persona del analista: la identificación, la pérdida de la alteridad, la evitación o sobreexposición al estímulo traumático, la identificación sin poder disentir de una ideología política y la posibilidad de tener efectos de una situación no inscrita, pero que puede causar efectos en nosotros y en el desempeño de nuestra labor analítica.
Puede ayudarnos, la implementación de intervención del “tercero”: supervisiones, re-análisis, si lo estimamos necesario, reuniones clínicas y agregaría espacios, de estudio de discusión con colegas, en donde puedan revisarse artículos del trauma social, político y sus efectos en nuestro trabajo, producciones de colegas de nuestro país y de otras latitudes que hayan escrito, basados, en sus propias catástrofes sociales vividas.
Sobre el particular, quiero expresar mi profundo agradecimiento al grupo de estudio que dirige la Dra. Leisse y del cual formo parte hace más de 4 años, en donde hemos discutido la mayoría de estos materiales, que les presento hoy, entre colegas muy valiosos, que nos permiten el rescate de lo que se ve seriamente atacado en la situación actual, como es nuestra posibilidad de pensar sobre el trauma que nos toca y afecta como personas, como ciudadanos y tiene una incidencia, en nuestro trabajo como psicoanalistas.
Así mismo, quisiera agregar, que en ese documento realizado por la SPC, exponían como la culpa generada por el trauma, la rabia y la tristeza pueden impedir que disfrutemos. Allí también se sugería el rescate de espacios individuales y colectivos, mantener nuestras relaciones significativas y la unidad de la familia.
Otros investigadores en el área de la salud mental, del impacto de la violencia política en diversos contextos sociales conflictivos, coinciden, también, como uno de los principales factores protectores es: la cohesión familiar, para mitigar y afrontar los efectos adversos que implica para los individuos y las comunidades el impacto de situaciones de esta índole (Cummings, E; Goeke-Morey, M. Merriless, E y Caerus, E, 2009; Taylor, Merriless, Ch., Goeke-Morey, M. y Shirlow, P, 2016).
No quiero terminar, sin decirle a Claudia, que su invitación, al final fue muy valiosa para mí, pues me permitió organizar, algunas ideas que espero sea beneficiosas para promover una discusión, con nuestro distinguido público de hoy.
Ahora, sí, para cerrar comparto con ustedes un extracto del discurso de Mandela al tomar la presidencia de Sudáfrica el 10 de mayo de 1994, luego de su lucha y duros años de presidio, que hoy expresan mi deseo para nuestra amada Venezuela:
“Que haya justicia para todos. Que haya paz para todos. Que haya trabajo, pan, agua y sal para todos. Que cada uno de nosotros sepa que todo cuerpo, toda mente y toda alma han sido liberados para que puedan sentirse realizados. Nunca, nunca jamás volverá a suceder que esta hermosa tierra experimente de nuevo la opresión de los unos sobre los otros, ni que sufra la humillación de ser la escoria del mundo. Que impere la libertad. El sol jamás se pondrá sobre un logro humano tan esplendoroso. Que Dios bendiga a África. Muchas gracias.”
Referencias bibliográficas
Briole, G ( 2017). La palabra embargada. Bitácora Lacaniana, pp. 23-31.
Cummings, E; Goeke-Morey, M. Merriless, E y Caerus, E , (2009). Children and Political Violence from a Social Ecological perspective: Implications from research on children and families in northern irland. Clin Child Fam Psychol Rev, 12 (1), 16-38. [NIH Public Access]
Gampel, Y. (2002). Trauma Social. Psicoanálisis APdeBA, 24 (1y2), pp. 17-43
Puget, J (2002). Piera Aulagnier: lo social, 27 años después. Psicoanálisis APdeBA, 24, pp. 473-489.
Taylor, Merriless, Ch., Goeke-Morey, M. y Shirlow, P (2016), Trajectories of adolescent aggression and family cohesion: the potential to perpetuate or ameliorate political conflict. J Clin child adolesc, 45(2), 114-128. [NIH Publicc Access]
Torres, A., Valedón, C. , Salas, D., Leisse, A. y Lander, R. ( 20013). Mensaje de ayuda psicoanalítica para los momentos actuales. Trópicos, 1 y 2, pp. 7-12.