En la actualidad, es difícil construir un relato original e interesante, sobre los daños a la población, durante la Segunda Guerra Mundial, dada la abundancia de producciones al respecto y más difícil aun, hacerlo en clave de sátira. A esto se atreve, con gran acierto, el director Waititi.
Taika Waititi es un personaje talentoso y particular. Nacido en Nueva Zelandia, hijo de un hombre nativo mahori y de una mujer judía asquenazi (Cohen) y formado en Estocolmo Suecia; con una prolija carrera como director, guionista, pintor, comediante y actor. Realizador de varias películas y series de televisión exitosas. Este film, “Jojo Rabitt” está nominado para seis premios Oscar y ya tiene un gran éxito de crítica y taquilla.
La historia ocurre en el Berlín de los finales de la guerra, cuando aparece un niño de unos 11 años en su casa, con uniforme de las Juventudes Hitlerianas, tratando de insuflarse de entusiasmo…acompañado y alentado por el propio Hitler a ser el más vigoroso activista. De allí corre a incorporarse a un camping juvenil de adoctrinamiento. Allí comienza a exponerse los estragos de la guerra y el nazismo.
Nuestro pequeño héroe es presionado a cometer un acto malvado, de matar un conejito que ponen en sus manos, a lo cual se niega y un soldado completa la orden y el niño corre bajo la burla de los otros, que lo apodan Jojo Rabitt. Regresa con bríos, después de una conversa con su amigo imaginario, que es otra vez Adolf Hitler, quien lo anima a ser atrevido. Jojo arrebata una granada a un soldado y la lanza decidido, pero la misma rebota de un árbol, cae a sus pies y lo hiere en la cara y una pierna. Aparece entonces su madre, Rosie, hermosa pero firme, a reclamar al capitán Klezendorf el descuido de los militares y a exigirles, atención médica y también que lo sigan incluyendo en las actividades, mientras se recrean admirando sus encantos.
Al regresar a casa, nos enteramos que el padre está ausente: ha sido enviado al frente italiano y se ha perdido el contacto con él. Discuten sobre tal vacío e incertidumbre y la madre propone seguir teniendo espíritu de vida y juega a oír música y bailar con el hombrecito que le queda.
En otra escena, caminan por el vecindario, hasta llegar a una plaza donde confrontan la dura escena de varios ciudadanos que han ajusticiados y cuelgan, ahorcados.
En el prolongado tiempo que pasa solo en su casa, Jojo explora una pared falsa y descubre y se sorprende con una jovencita que está escondida allí por Rosie. Se llama Elsa y le explica que es judía y era compañera de clase de su hermana Inge, otra ausente, que después sabremos que murió enferma.
Sobresaltado, discute con su amigo Hitler la situación, quien le indica que la intrusa es un enemigo quien debe ser denunciada y eliminada y Jojo se lo comunica a Elsa. Ella le hace ver que no puede hacer eso pues su madre y el mismo serian severamente castigados, lo cual hace que Jojo se contenga.
Elsa es linda y graciosa ante lo cual, Jojo se propone conocer la naturaleza, costumbres y conductas retorcidas de los judíos. Elsa juguetea con la situación y le describe prácticas bárbaras, que Jojo y ella, comienzan a recolectar en un cuaderno de dibujos y notas, que el llama “El desafío Judio”.
Elsa le confiesa que tiene un novio, Nathan, que la espera escondido para irse a Paris, a donde ellos irán para casarse y llevar una vida feliz.
Otro día, Jojo le dice a Elsa que ha encontrado una carta de Nathan, donde explica que tiene otra novia y que ya no tiene interés en seguir con ella. Elsa se afecta mucho y llora muy conmovida, ante lo que Jojo reacciona con otra “carta” en la que Nathan se retracta y ratifica su amor por Elsa, reconociendo a Jojo como una buena persona y amigo.
Jojo tiene un amigo real, contemporáneo, Jorki, también de las Juventudes Hitlerianas y pasean por las calles colocando carteles y recogiendo metal. En esas andanzas un día siguió a la madre y vio que dejaba en un banco una nota: Liberen a Alemania.
Otro día llega la Gestapo a inspeccionar la casa. Jojo tiembla y el público espectador también. Sorprendentemente, aparece Elsa, pretendiendo ser la hermana Inge. También llega de visita el capitán Klezendorf y hay una inspección de documentos que completa el capitán, encubriendo a Elsa y familia.
Y en otras andanzas llego a la plaza, persiguiendo una bella mariposa, para tropezarse repentinamente con uno de los ajusticiados colgantes y descubrir, por los hermosos zapatos, que la víctima era su madre. Regresa a casa muy perturbado e intenta agredir a Elsa con el cuchillo, quien lo contiene y consuela. Mas tarde le confiesa que Nathan había muerto de tuberculosis hacia un año. El le confiesa su amor y Elsa le responde que lo ama como un pequeño hermano
Ya la ciudad se estremece por el arribo de los rusos y los americanos. Jojo sale a la calle, ante el estruendo de batalla en las calles, mientras los rusos atacan y toman prisioneros a los desgastados soldados alemanes.
Korki de informa que Hitler se ha suicidado y que pasaban cosas que no les habían contado.
Nuevamente el capitán Klezendorf se encuentra con Jojo. Le expresa su admiración por su mamá, lo salva de ser aprehendido al quitarle una chaqueta de soldado alemán y vuelve ileso a casa a reunirse con la ansiosa Elsa, quien le pregunta que pasa. Jojo le dice que ganaron los alemanes.
Consideraciones a la historia.
Taika Waititi pone el foco en un núcleo familiar sencillo, común; esa célula de la sociedad, que repetida, alberga a los actores, sentimientos, proyectos y fantasías de las abejas y hormigas de esa colmena que llamamos país. Allí se resume una sociedad y así nos pinta el autor la Alemania de entonces. Así se resume en ese Principito inquieto, curioso y sensible, el drama que se mueve en su comunidad. Jojo fluye en el entusiasmo y el ideal que ocupa y cautiva a todos. Waititi equipara la circunstancia del niño carenciado que desarrolla la ficción compensadora de un amigo secreto, con la pasión colectiva de un país traumatizado, hacia un repentino y ruidoso salvador, que lo sabe y resolverá todo. El estado de falta y carencia, sin reflexión y comprensión realista, fácilmente se convierte en fantasías idealizadoras que se generan en el mundo político, el religioso o el universo de super héroes que fascinan a los niños. Así, el populismo demencial del nazismo.
El otro aporte de Waititi es la cualidad afectiva que mueve las situaciones. El camping es elocuente. El entrenamiento grupal es impactante. El militante debe estar entrenado para actuar sin repararen condiciones de fragilidad, vulnerabilidad o condición inofensiva del otro. Si es identificado como enemigo, es el mal y debe ser destruido, aunque parezca un inocente conejito.
El poder del líder idealizado, es confrontado en la burla y ridiculización que le hace Waititi a Hitler y al fanatismo masivo.
El otro ambiente es la familia. Invadida, distorsionada, perseguida, diezmada y destruida. La familia de Jojo, al sufrir la ausencia y pérdida forzada del padre, entra en un apego ansioso y desmesurado de sobrevivientes.
Con el recurso de la sátira Waititi desnuda y denuncia el vaciamiento de criterio, de sensatez, de sentido común, del funcionario o activista adherente a la pasión nazi. Torpeza, rigidez, brutalidad, sinsentido, destructividad, obediencia ciega, condiciones que logran ser presentadas como una caricatura risible, que es el equivalente a lo que la filósofa y periodista Hanna Arent caracterizó como “la banalidad del mal”, su cotidianidad y su rutina irreflexiva.
Adicionalmente, la película “Jojo Rabitt”, contiene una hermosa alusión y homenaje a Anna Frank, la joven adolescente judía quien, junto con su familia y amigos, se tuvo que esconder en un área secreta de un edificio en Amsterdan, en donde se mantuvieron sobrevivientes entre el año 1942 al 1944, cuando fueron descubiertos por la Gestapo y enviados a la muerte en el campo de concentración de Bergen Belsen, en Alemania, excepto el padre, quien rescató el diario que Anna fue escribiendo desde sus trece años. Ese texto ha quedado como uno de los documentos y testimonios más claros y dramáticos del terrible sufrimiento y muerte de millones de personas bajo la trágica peste del nazismo.
Las analogías son muchas; hasta un parecido físico entre Elsa y la foto de la risueña, linda y vital Anna.
Anna imagina que escribe a Kitty, una amiga hipotética, imaginaria.
A pesar de las circunstancias, el texto de Anna es liviano, cotidiano y afable. Describe las penurias, pero ella no está amargada, desesperada o cargada de odio. En ese tiempo vivió cierto romance con otro jovencito, Peter, de la otra familia refugiada, que recuerda el amor de Elsa y Nathan.
El libro de Jojo sobre los judíos, es una alusión al Diario de Anna Frank. Hay una frase del Diario, que resume la persistencia e integridad de sus principios y creencias: “A pesar de todo, continuo creyendo en la bondad íntima del hombre”.
Al final de la película, Elsa duda de lo que le ha dicho Jojo y se decide a abrir la puerta que da a la calle…y se encuentra con un día luminoso y apacible, donde caminan vecinos y soldados norteamericanos. Se voltea hacia Jojo y le da una bofetada que provoca rubor y vergüenza en él.
Se quedan mirando esos dos niños que han quedado huérfanos. Ella comienza a mover los brazos, balancearse y termina bailando con Jojo, que era lo que ella quería hacer al terminar la guerra.
Entonces pienso conmovido:
Taika Waititi salvó a Anna Frank y la devolvió a la vida, la libertad y el amor.
Carlos Rasquin
Psicoanalista.
Sociedad Psicoanalítica de Caracas
Enero 2020.