Dr. Indalecio Fernández Torres.
Médico-Psiquiatra-
Miembro Titular de la IPA, FEPAL y Sociedad Psicoanalítica de Caracas. Miembro invitado de la Asociación Psicoanalítica de Madrid.
Toda Praxis plantea la disyunción entre lo imposible y lo posible. A pesar de que la vida es tiempo y cada tarea requiere su tiempo y así toda persona su atención, vivimos en un mundo de la prisa y de la inmediatez, deseamos anticipar, lo que estará por acontecer, olvidándonos del aquí y ahora por un después, con lo que dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy.
Indefectiblemente en la vida todo llega y todo pasa, estamos marcados por la finitud de los aconteceres, donde lo imposible puede ser posible o lo posible es imposible.
El dicho, “vístame despacio que tengo prisa”, que se remonta a mucho tiempo atrás, encierra una cantidad de puntos que pueden ser objeto de reflexión.
Entre muchos de ellos plantea el apremio de hacer cosas con cuidado para avanzar sobre seguro.
Pero apremio y cuidado están divorciados. El apremio está signado por la impaciencia y la precipitación y el cuidado por el temor a equivocarse.
Toda praxis se organiza en torno al pensamiento y al afecto. Ambas tres. La praxis, el afecto y el pensamiento y las circunstancias en que se den, harán que algo sea factible o no.
¿Cómo se organiza la praxis dentro de un tratamiento psicoterapéutico ?. Hay que tener en cuenta que el acento no recae tan sólo en la búsqueda de la cura el síntoma, en el sentido de una significación para su desciframiento, sino también en la determinación de aquella parte irreductible del padecimiento a la que tan sólo podremos procurar alivio. El conocimiento debe hacer una toma de conciencia sobre la falibilidad humana. Al ser falibles debemos estar preparados para corregir cualquier punto de vista si pesquisamos buenas razones para hacerlo. Para ser eficaz es necesario ante todo permitir que el efecto se produzca, donde la espera”, adquiere un lugar privilegiado, a la espera de que el efecto se produzca. Esperar que advenga el resultado no está sostenido por un saber previsto de antemano, ni por la prisa, sino por la singularidad de aquello que está en juego.
Es indiscutible que Freud fue alguien que permanentemente volvía sobre sus concepciones teóricas con un espíritu crítico y revisor.
En el LINKEDIN, en esta red profesional- social y en cualquier publicación, quién se atreva a enseñar, nunca debe dejar de aprender ya que razonar el escrito y lo que se dice, es aprender de ello algo y el “respetar”, aunque discrepemos es signo de sabiduría. De todo escrito aprendemos algo, aunque no estemos de acuerdo, aprender a respetar, el disentir es no desdeñar otro saber, sin reflexionar y preguntarnos porqué hace sentido y estamos de acuerdo y porque y en qué disentimos..
La prisa es mala consejera… (“Vistame despacio, que tengo, prisa”) y más si se trata de navegar a través de un medio convulso como internet.
El ritmo que lleva la información, los contenidos puede derivar en un proceso de depreciación del tiempo para la reflexión.
Tenemos el riesgo de caer en el error de centrarnos en lo superficial y no aprovechar el verdadero valor de lo que subyace detrás.
El que escribe en este medio debe ser preciso y conciso, no profuso y difuso. Debe ser un opúsculo, una creación de carácter científico que tiene una extensión reducida. Efectuarlo sin prisa pero sin pausa.
Lo que es Imposible y lo que es posible, está en la comprensión de, “Vistame despacio, que tengo prisa”