Etty
Sociedad Psicoanalítica de Caracas

Los Psicoanalistas salen a la comunidad frente a la pandemia

Por Etty Vaisman de Bronfenmajer

Presentación en el Evento organizado por la Sociedad Argentina de Psicoanálisis.

Quisiera comenzar por expresar mi más sincero agradecimiento y reconocimiento a la Directoria de Comunidad y Cultura de FEPAL quienes han hecho posible este evento y particularmente a Laura Katz y a Margot Shrem quienes me invitaron a formar parte de este diálogo  representando al Servicio de Atención Psicoanalítica (SAP) de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas. 

Voy a hacer un breve recuento histórico del Servicio, desde su creación en 1994  por la Dra. Bernardina Ayala hasta Octubre de 2018, cuando suspende temporalmente su actividad. Lo considero importante en primer lugar, por ir enumerando las diferentes vicisitudes por las que ha pasado el SAP en los años previos a su suspensión y en segundo lugar, por mostrar cómo funciona nuestra Sociedad actualmente.

En nuestro caso, no podemos hablar del funcionamiento de nuestra sociedad y del Servicio de Atención Psicoanalítico, sin hablar de la situación país. Presentaré de forma resumida  las circunstancias y las condiciones en las que se encuentra nuestro  país  para el momento de entrar en cuarentena por el COVID-19. Circunstancias y condiciones que afectan  tanto al ejercicio de nuestra práctica psicoanalítica privada como al servicio de ayuda a la comunidad.

Toda institución psicoanalítica, así como los individuos que la conformamos estamos inmersos en una realidad histórica, socio-política y económica; a los  analistas venezolanos nos ha correspondido adaptar nuestro quehacer psicoanalítico a nuestro contexto, enfrentar los desafíos y generar nuevas formas de funcionamiento ante las dificultades que se nos presentan día a día. 

Actualmente nuestra Sociedad está conformada por 51 miembros, de los cuales 25 miembros se encuentran en Venezuela y los 26 restantes han emigrado a diferentes países de Norteamérica, de Latinoamérica, de Europa e Israel.  Nuestra cohorte actual de candidatos en formación es solo de 2 personas. Iniciaron la formación siendo un grupo de 7 candidatos que poco a poco fueron emigrando. El grupo inmediatamente anterior estaba constituído  por 7 candidatas, de las cuales 3 emigraron durante la formación y  las 4 que se graduaron solo una se encuentra en Venezuela. La intención de dar esta información es para dar cuenta de con cuán pocos analistas y candidatos contamos   para todas las actividades que se desarrollan en nuestra Sociedad y en nuestro Instituto, tales como cargos directivos, seminarios oficiales, psicoanálisis didácticos, supervisiones oficiales, actividades científicas, diplomados, actividad asistencial del SAP, entre otras. 

La herramienta de trabajo remoto con nuestros pacientes la hemos venido utilizando desde hace algún tiempo; debido a la alta migración tanto de analistas como de pacientes y también por diferentes circunstancias del país, que en muchas oportunidades nos impidieron, tanto a los analistas como a los pacientes, llegar a nuestros consultorios. Circunstancias tales como protestas, trancas de calles, inseguridad (no es seguro estar en la calle después de las 6 pm.), falta de transporte público, apagones, etc. Tanto analistas como pacientes nos hemos visto afectados. 

Suministrada esta introducción paso a hacer una breve contextualización histórica del Servicio de Atención Psicoanalítica (SAP). El Servicio fue creado en 1994, por iniciativa de Rómulo Lander, que para ese entonces era el presidente de la Sociedad Psicoanalítica de Caracas (SPC) y encargó a Bernardina Ayala la creación de un proyecto de atención psicoanalítica para la comunidad que tendría como propósito general  cumplir una función social y favorecer el acceso a tratamientos psicoanalíticos a un costo reducido. 

La creación del SAP requirió de una reglamentación y normativa, que evitara situaciones de arbitrariedad y que protegiera a ambos miembros de la dupla analítica.

En dichos reglamentos se especificaban las pautas de procedimiento para acceder al Servicio, la posibilidad o no de cambio de analista, la frecuencia y duración de los análisis, el tiempo de permanencia del paciente en el Servicio, frecuencia de los aumentos de honorarios, así como las obligaciones y derechos de los miembros suscritos al Servicio.

Los lineamientos básicos eran los siguientes:

  1. Los analistas y candidatos en formación se inscriben en el SAP para ofrecer sus servicios profesionales en sus consultorios. En un principio, el no contar con una sede fue una dificultad para la creación del Servicio y por eso se decidió que no fuese un Centro de atención sino un Servicio. Este modelo de funcionamiento constituyó una novedad y resultó atractivo para otras sociedades de Latinoamérica.
  2. Las personas interesadas contactaban telefónicamente al  SAP y eran referidas a los analistas y candidatos suscritos. El solicitante no elige al analista y el SAP lo asigna de acuerdo a los cupos disponibles, a las condiciones de distancia geográfica del consultorio del analista (las condiciones urbanísticas de Caracas y del transporte público, así como el tráfico en la ciudad para aquella época obligaron a tomar en cuenta esta situación) y a las posibilidades de horarios  del solicitante. 
  3. La duración máxima del tratamiento con costo reducido era de 2 años. Era posible continuar el análisis pero ya quedaba fuera de los reglamentos y normativas de SAP, de continuar el encuadre y los honorarios lo decidían la dupla analítica.
  4. Los honorarios son fijados por el SAP y sufren modificaciones de acuerdo a las variables económicas. El criterio para fijar los honorarios ha estado sujeto al sueldo mínimo establecido por el gobierno nacional. Para aquel momento se modificaban entre una y dos veces al año.
  5. La oferta del servicio incluía tratamientos individuales para adultos, niños y adolescentes, familias, parejas y grupos. También ofrecía supervisiones a profesionales de la salud mental.

El servicio comenzó sus funciones en 1995 con Bernardina Ayala como directora y Ana Herrera como adjunta. Se inició con la colaboración de 2 analistas y 9 candidatos y estuvo dirigido por la Dra. Ayala hasta octubre de 2001. Para esa fecha contaba con la participación de 15 analistas y 10 analistas en formación. A partir de 2001 el servicio continuó bajo la dirección de Margot Shrem hasta 2005 fecha en que yo asumí la dirección,  la cual  mantuve durante 13 años, hasta octubre de 2018. 

Las fuentes de referencia de los solicitantes han sido las escuelas de psicología de las universidades de Caracas, los posgrados en psicología y psiquiatría, personas que recibieron tratamientos, y analistas de la sociedad, en los últimos años algunas personas se enteraron del Servicio a través de la página Web de la Sociedad. Todo ello habla del buen nombre que este servicio mantenía en la comunidad y con los colegas.

El SAP mantuvo un ritmo constante tanto de analistas y analistas en formación que ofrecían sus servicios (aproximadamente 25) pero tanto la lista de miembros inscritos como de solicitantes fueron descendiendo,  las circunstancias del país hacían cada vez más difícil la continuidad del servicio, en parte porque muchos analistas emigraron, y en parte porque a pesar de los costos reducidos pocas personas estaban en capacidad de asumirlos; además de las dificultades de traslado. Fue suspendido temporalmente en 2018.

Paso a explicar las circunstancias que nos llevaron al cierre temporal del servicio.

Venezuela en el 2017 fue escenario de protestas ciudadanas que duraron 4 meses, con el resultado de muchos jóvenes fallecidos, muchos heridos y presos políticos. Fue una época en la que no se podía transitar libremente por la ciudad, uno podía ser sorprendido por bombas lagrimógenas, suspensión del transporte público, calles trancadas. Los pacientes del SAP fueron los más afectados, no se contemplaba la atención remota para ese momento y sin transporte público no podían llegar a los consultorios.

A finales de ese mismo año comenzó la hiperinflación en Venezuela, trayendo como consecuencia un empobrecimiento generalizado, los precios crecían desproporcionalmente a los aumentos salariales, nos impedía fijar honorarios justos en el SAP. Para ejemplificarlo haré una comparación del funcionamiento del SAP en el tema de honorarios y aumentos de honorarios en el 2005  en relación a lo que ocurría en el 2017.

En Octubre del 2005 el SAP contaba con 25 miembros, el incremento de la tarifa por consulta se hizo una sola vez al año, el valor de la consulta rondaba los 10$ aproximadamente.

En octubre del 2015 la tarifa por consulta era de 1,40$ y el sueldo mínimo estaba en 13$ mensuales. 

En octubre de 2017, se hizo un aumento de las tarifas del SAP de 480% con respecto al año anterior y aun así era insuficiente para el analista y representaba mucho dinero para el paciente. Esto ocasionó que disminuyeron las solicitudes y también se redujo el numero de miembros del SAP.

En Octubre de 2018, el SAP solo contaba con la colaboración de 10 personas, entre analistas y candidatos en formación, lo que ocasionaba la imposibilidad de asignarle un analista o analista en formación a los pocos pacientes que solicitaban atención.

Hasta Octubre de 2018 se habían realizado 12 aumentos de la tarifa del SAP y aún así era un monto muy bajo para quien brindaba atención y demasiado alto para quien la solicitaba. La mayoría de los pacientes suspendieron al primer aumento del año.

Los pacientes que aún llamaban, no era posible referirlos a otros servicios, dos importantes postgrados de Psiquiatría y Psicología Clínica cerraron sus puertas. Los que se mantuvieron funcionando contaban con muy pocos residentes. 

Puse mi renuncia a la dirección del SAP en octubre del 2018, no hubo quien ocupara mi cargo, razón por la cual el Servicio se suspende temporalmente.

Paso ahora a hablar del SAP en tiempos de Pandemia. En vista de las circunstancias que se presentaron en marzo del 2020, en Venezuela y el mundo con la epidemia de covid-19, acepté asumir la reactivación del SAP para asistir sin costo a venezolanos que, dentro o fuera del país, afectados por la pandemia, requieran de ayuda psicológica. Se decidió junto al Comité Ejecutivo que necesitaríamos al menos 25 miembros para poder funcionar. Para el 1 de abril ya contábamos con 25 personas suscritas, 23 analistas y los dos candidatos. Para este proyecto, el SAP cuenta con 15 analistas que se encuentran fuera de Venezuela y 11 que estamos en Venezuela. Se envió la publicidad a través de las redes sociales de la Sociedad, como también a través de las redes personales de algunos miembros. Se ofrece  atención psicoanalítica  a personas mayores de 17 años, en forma individual o grupal, así como también atención de parejas y familias. Por razones de cuarentena y confinamiento, la atención se brindaría de forma remota, a través de video llamadas y/o llamadas telefónicas por lo que uno de los requisitos era contar con Internet. Conscientes de que una gran parte de la población de Venezuela quedaría por fuera de este programa debido a las fallas eléctricas y de internet.

La forma de comunicarse para solicitar atención es a través de un correo electrónico que aparece en la publicidad. Se les envía una planilla que deben rellenar, que registra datos personales, país donde se encuentra, por el huso horario tanto del paciente como del analista, si tiene trabajo o no, si tiene alguna enfermedad o alguna condición psiquiátrica. Hasta este momento, hemos recibido 48 correos, 32 personas fueron atendidas. Las razones por las que no todos fueron atendidos se deben a: una vez que recibieron la planilla, no la reenviaron, otros no aparecen a la primera entrevista y otros consultaban por patologías psiquiátricas que no pueden ser atendidas en forma remota, tales como alcoholismo o esquizofrenia.  Es importante destacar, actualmente en Caracas solo contamos con un hospital que atiende emergencias psiquiátricas y con la Sociedad de Psiquiatría que ofrece atención a través de una llamada telefónica.

En la planilla también se les pregunta si han tenido psicoterapias anteriores, el o los motivos de consulta de esas psicoterapias y el motivo por el que consultan actualmente, información requerida para asegurarnos de poder atender personas afectadas por la pandemia y el confinamiento, en forma remota  y no por viejos padecimientos.

Se les pregunta su disponibilidad de horario y que rellenen con una X, que están de acuerdo que ofrecemos solamente de 4 a 6 sesiones gratuitas y que la información que suministran será manejada con criterio de confidencialidad, que solo la va a conocer la directora del Servicio y el analista que lo va a atender.

Las circunstancias actuales en Venezuela, como la falta de  servicios básicos  agua y luz, carencias importantes en los servicios médicos, falta dinero en efectivo y aún si lo hubiese poco se puede hacer con él,  (el billete de mas alta denominación de nuestro cono monetario es equivalente a 0.50 cts de dólar), la economía dolarizada y el aumento diario de los precios, que inciden en que un gran porcentaje de la población no se alimente bien, la falta de gasolina, la falta de transporte,  las fallas o ausencia de Internet, dan cuenta de la  precariedad en la que vivimos. Esto ha traído como consecuencia un desplazamiento masivo y forzado de personas, que dejan huellas y marcas difíciles de tramitar. Circunstancias todas que pueden resultar más inquietantes que la amenaza del virus de Covid 19, ambos, analistas y pacientes comparten esta misma realidad.

En nuestro país tenemos una población cada vez más vulnerable, con altos niveles de sufrimiento. Para tratar de describir el sufrimiento colectivo como el que se observa en Venezuela, voy a utilizar el término  de “trauma social”.  Los eventos “traumáticos” de nuestra vida cotidiana   tornan nuestra realidad en persecutoria y omnipresente. Nuestro quehacer diario transcurre inmerso en un ámbito de violencia, de amenaza continua,  pérdidas económicas y afectivas incontables, sin tiempo ni espacio psíquico para elaborar los duelos. 

La omnipresencia y amenaza de nuestra realidad, trasciende el ámbito individual y alcanza a lo colectivo y ha afectado nuestra convivencia. La violencia se ha naturalizado, se ha impuesto la fuerza como solución a los conflictos. La desconfianza, poca credibilidad en el otro y la intolerancia, son marcas de ese trauma que los venezolanos estamos padeciendo.

La expresión «dolor país», acuñada y descrita por Silvia Bleichmar en su libro con el mismo nombre, describe bien lo que ocurre en Venezuela. Bleichmar puso el foco en «la relación entre la cuota diaria de sufrimiento que se les demanda a sus habitantes y la insensibilidad profunda de quienes son responsables de buscar una salida menos cruenta». La dimensión del dolor, si bien no deja de ser personal y subjetiva, tiene su localización en el cuerpo social de pertenencia

Se refiere al sufrimiento al que somos condenados cotidianamente y cómo hacer para introducir de nuevo la subjetividad, la palabra y la esperanza.

De regreso a nuestro proyecto de ayuda psicoanalítica a la comunidad  durante la pandemia, explorando los motivos por los que la gente consultaba, realicé un breve sondeo  en el que pregunté si el motivo de consulta coincidía con la pandemia y si después de las sesiones gratuitas había una demanda de análisis, obtuve la siguiente información:

Los analistas que atendieron a algunos pacientes localizados en Venezuela, la comunicación se hizo muy difícil. Muchas interrupciones durante la sesión, podían empezar con video, pasar a teléfono para terminar con mensajes vía Whatsapp.

A muchos de los que migraron se les incrementó  la sensación de inermidad y desamparo frente a la pandemia, los duelos se profundizaron,  acompañados de sentimientos de deseperanza. Huyeron de Venezuela por no poder tolerar la situación y en el nuevo país, se enfrentan a situaciones parecidas a las que dejaron, generando en ellos una gran desesperanza.

Los motivos más frecuentes de consulta han sido los  ataques de pánico, ansiedad, desánimo, apatía y trastornos del sueño.

Los analistas refieren que en la gran mayoría de los pacientes  atendidos surgió una demanda de continuar en análisis. Oportunidad limitada para los que se encuentran en Venezuela porque no pueden pagar monto alguno. Algunos continuarán con el mismo analista y otros pocos fueron referidos a otro analista con ubicación en Venezuela.  

Continuaremos en nuestro proyecto, intentando brindar a la comunidad lo que como psicoanalistas sabemos hacer y hemos venido haciendo y persistir en la interlocución para enriquecernos de otros saberes y experiencias.  

 

23 de junio de 2020                                               Etty Vaisman de Bronfenmajer

 

 

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